De todo lo que he leído y escuchado hoy sobre el anuncio de un alto el fuego por parte de ETA me gustaría destacar esto que escribe Fernando Berlín, que yo comparto al cien por cien, pero que no se decirlo como lo dice él:
Y miren, yo no se si este es o no el principio del fin. Sólo sé, como decía, que si lo es será parecido a esto…Y yo no voy a ser quien ponga las zancadillas. Yo pongo todas mis esperanzas. Porque muchas veces la mejor venganza contra la oscuridad es encender un vela.
Porque algunos de nuestros queridos próceres se han limitado a añadir a permanente, general y verificable algún que otro adjetivo al alto el fuego anunciado (inservible e inútil), y se han ido a la cama con la tranquilidad del deber cumplido.
3 comentarios:
Lo que pasa, Mayoyo, es que yo veo mucha más oscuridad en las cloacas de los Estados atlantistas español y francés que en la organización armada ETA, la cual no carece de toda la razón ni mucho menos.
¡Salud!
Aún admitiendo que ETA nos ha dado en más de una ocasión el timo de la tregua, no es de recibo que un gobierno como el de Zapatero haya cambiado su forma de afrontar la solución al conflicto vasco por simple y pura contabilidad electoral.
Bueno, en realidad no ha sido un timo. Es que las negociaciones siempre las boicoteaban los interlocutores gubernamentales. ¿Cómo? Pues, por ejemplo, haciendo que detuviesen a los etarras que, previo acuerdo, estaban dispuestos a dialogar muy seriamente. Siempre se recurría a la traicionera emboscada. Además, Moncloa exige todo sin ofrecer nada. Así no se va a ningún sitio.
Por cierto, no mucha gente ha caído en la cuenta de que los dos ciudadanos de Ecuador que murieron en la T-4 de Barajas fueron sacrificados sin reparo alguno por buena parte de los que luego se llenaron la boca de ataques a la conducta de ETA, la cual sí que dio tiempo suficiente para desalojar la terminal.
De los maderos y picoletos infiltrados en la organización armada y de la verdad sobre la explosión de Hipercor hay mucho que divulgar y que algunos sabemos. Pero por esta vez, no voy a seguir enrollándome.
Quede claro que la paz no les conviene a los que temen la voz del pueblo. Y las fuerzas políticas dominantes en nuestro país no son demócratas, sino demófobas. Sólo sirven al capital.
Cordiales saludos.
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