Se va Corbacho. El ministro-empresario.
Cuando se vaya, sus compañeros, los del PSOE, los del PP (al fin y al cabo les ha hecho el trabajo sucio), y los empresarios le agradecerán los servicios prestados, su valiente actitud al flexibilizar el despido, su determinación a la hora de aumentar la precariedad laboral, su capacidad para rebajar los sueldos (a los funcionarios, claro), su clarividencia en el tema de las pensiones (lo ha dejado preparado para la firma), la terrible frialdad con la que afrontó el aumento de la edad de jubilación, en definitiva, su inquebrantable lealtad a sus jefes, el FMI, Diaz Ferrán y la derecha europea.
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Cuando se vaya, sus compañeros, los del PSOE, los del PP (al fin y al cabo les ha hecho el trabajo sucio), y los empresarios le agradecerán los servicios prestados, su valiente actitud al flexibilizar el despido, su determinación a la hora de aumentar la precariedad laboral, su capacidad para rebajar los sueldos (a los funcionarios, claro), su clarividencia en el tema de las pensiones (lo ha dejado preparado para la firma), la terrible frialdad con la que afrontó el aumento de la edad de jubilación, en definitiva, su inquebrantable lealtad a sus jefes, el FMI, Diaz Ferrán y la derecha europea.
2 comentarios:
Otro fallo imperdonable que ha tenido ha sido el de dejarnos trabajar de pie, cuando arrodillados estaríamos realmente mucho mejor.
Se le habrá pasado, cosas de la edad.
No nos confiemos, que el que venga, por imposible que nos parezca, puede ser aún peor.....
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