Cómo, probablemente, los “inversores”, que tenían capacidad, en plena crisis, de desprenderse alegremente de 50.000 euros (bendita capacidad) por pagaré, no habrán sido capaces de gastarse todos sus ahorrillos en una operación comandada por el jefe de la tribu, andarán ligeramente preocupados, pero sin llegar al extremo de tener que traerse, de bulla y ligero, al niño de Boston.
Cómo imagino que los trabajadores de Dhul, o de Clesa, o de Elgorriaga sólo hacían ampliaciones de capital el día de cobro, y después todo eran reducciones y reducciones hasta conseguir llegar a final de mes, y por lo tanto lo de invertir miles de euros en pagarés era algo impensable e imposible, seguro que si andan preocupados, máxime cuando se aprobó hace poco una reforma laboral que los mandará a la calle con una mierda de indemnización. Lo normal en este caso, al menos así lo veo yo, sería vestirse de Supermán, perseguirlo, y darle un “que te pego, leche” en toda la boca por cada euro que deba, antes de que se dé a la fuga.
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